jueves, 23 de septiembre de 2010

¡Viva la libertad! ¡Viva México! ¡Muera el mal gobierno!

¿Por qué gritaste mexicano? Y no es una pregunta hecha para que te retractes; sino una directa, pero amable, pregunta que lleva consigo la finalidad de comprenderte.

Quizá podríamos llegar a pensar que no vale la pena gritar con fervor, ese "viva México". Quizá porque históricamente no tenga sustento, basandonos por supuesto en el enigmático "¡Viva la independencia! ¡Viva la América! ¡Muera el mal gobierno!" ¿O estoy siendo demasiado optimista? Ojalá la cultura fuera nuestro motivante, pero ni siquiera yo (el que escribe) soy tan culto. Apenas se cosas de esto, cosas de aquello...

El mexicano ha sido condenado a la ignorancia, y los verdugos entrenados para ejecutar esta condena son nuestros medios de comunicación y nuestros políticos quienes deciden gastar millones en fiestas patrias, pero negarnos una universidad de altura (de verdadera altura) por cada estado.

Y ahora la dinámica es olvidarte del de al lado para salir adelante, tirar la piedra y esconder la mano, reír mientras el de al lado llora, y seguir riendo. La dinámica es mirar al campesino y reírse de su gesto cansado y de su cuerpo quemado al sol, reírse de su doloroso hablar, ese que muchas veces dice más que el "wey" que un universitario diría. La dinámica es olvidarnos de nuestras raíces, olvidarnos que esos "indígenas" fueron los que NOS DIERON PATRIA. Hoy nos sentimos con el derecho de llamarles ignorantes cuando es gracias a su trabajo que aprendimos a MAMAR cultura. Ruego porque Dios no exista, porque él no hará diferencias. Hoy me doy cuenta de que verdaderamente vivimos idiotizados por programas de televisión; mejor aún, vivimos programados por idioteces que provienen de nuestros televisores. Hoy me doy cuenta de que yo soy ignorante.

Pero hay algo que sí se. Que el Día en que esos "indígenas ignorantes" dejen de ensuciarse las manos, tendrás que ser tú, el profesionista preparado, el que tenga que hundir sus pies en la mierda y el lodo. Te agacharás como un cerdo para comer las raíces que, antes, un buen indígena ignorante cosechaba por ti.

Se que la patria no se compra con una vida en el extranjero cuando mi gente necesita cambios en SU TIERRA.

Se que los ideales de Zapata (quien sacrificó su vida por los suyos) viven en cada uno de sus hijos, quienes recibieron tierra pero tuvieron que venderla y quedarse sin nada por no tener qué sembrar.

Se que mi sangre hierve cuando oigo la voz de alguien gritar: "Viva México" y siento lágrimas en mis mejillas cuando veo que hubo gente que vivió por la patria, y que hay gente que vive de la patria.

Se que no me cabe en una vida el agradecimiento y el orgullo de decirme mexicano. Se que le debo mucho a aquellos que me dieron un lugar en que vivir. Aquellos que soñaron con legarnos la libertad, y a lo más que llegaron es a heredarnos la independencia.

Pero sobre todo, se que vale la pena luchar por un país mejor, se que vale la pena cultivarse de los libros para poder liberar a mis hermanos... Se que aún, que todavía vale la pena hacer un esfuerzo por mi patria.


"Un poquito de Tanta verdad"
El movimiento de la appo desde la perspectiva de los habitantes de Oaxaca.
http://www.corrugate.org/corrugate/films

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